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El ejercicio físico/terapéutico es una excelente herramienta terapéutica para abordar múltiples patologías, y en especial problemas usuales en nuestras consultas de fisioterapia y rehabilitación: casos de dolor crónico o de patologías que tienden a la recurrencia. El creciente aumento de la investigación científica en este campo avala los muchos beneficios que tiene una adecuada prescripción de ejercicios como parte del tratamiento con una evidencia científica creciente.
Los beneficios del ejercicio ocurren a muchos niveles: fisiológico, neurológico y funcional.
BENEFICIOS FISIOLÓGICOS
Se ha demostrado que el ejercicio físico regular disminuye en el cuerpo la proteína C reactiva y otros marcadores inflamatorios como las citoquinas, presentes en muchos cuadros de dolor. El ejercicio físico produciría una cierta inflamación a corto plazo pero una reducción de la misma a largo plazo. Esta relación con la mejora inflamatoria parece estar también relacionada con el menor riesgo de enfermedad coronaria en relación con el ejercicio físico.
En la misma línea, un trabajo respiratorio diagfragmático regular (10 minutos al día) es capaz de disminuir la acidifiación del medio en el cuerpo a través de una menor concentración de CO2, lo que crearía un ambiente menos “pro-inflamatorio”.
El ejercicio físico se ha visto que contrarrestra la vasoconstricción periférica y disminuye el estrés, depresión y fatiga.
En el caso de la fibromialgia, mejora la calidad del sueño y puede interrumpir la interacción entre el estrés físico y las otras alteraciones. Por esto, se le considera la terapia de elección.
Además, a través del ejercicio, nuestro cerebro es capaz de activar vías nerviosas que liberan sustancias analgésicas (opioides, serotonina, endorfinas), bloqueando en la médula aquellos estímulos dolorosos que lleguen desde nuestras articulaciones, músculos o cualquier otro tipo de estructuras.
BENEFICIOS NEURALES
Ya hemos hablado en otras entradas del componente cognitivo y emocional del dolor, así como de la sensibilización a nivel del sistema nervioso central cuando estamos ante un dolor crónico. El ejercicio actúa aquí terapéuticamente exponiendo al paciente gradualmente al dolor y ayudándole a recuperar la funcióna pesar del dolor, lo que luego tendrá también efectos en la reorganización de la corteza cerebral y revertir la sensibilización: menos dolor.
La realización de ejercicios implica de manera activa al paciente en su recuperación, lo cual actúa sobre el componente cognitivo – conductual del dolor: el paciente sabe que puede hacer algo para mejorar su estado y además lo hace. El refuerzo positivo durante la ejecución del ejercicio y sobre la mejoría del paciente a nivel funcional apoyará su adhesión al tratamiento.
El ejercicio físico aporta muchas ventajas a la hora de fijar los cambios que se van produciendo con el tratamiento manual y la recuperación de la función, fijándolos, y borrando los patrones de movimiento erróneos. El cuerpo reconoce e integra su nuevo rango de movilidad y deja de evitarlo en su vida diaria, corrige sus malos hábitos posturales de protección ante el dolor y deja de exponerse a conductas que pueden causarle más dolor o dolor y lesiones en otras partes del cuerpo.
Situaciones de dolor crónico pueden generar una sensibilización en el Sistema Nervioso Central, cambiando el umbral del dolor y áreas de representación de las partes del cuerpo. El ejercicio físico puede ayudar a revertir estos cambios.
BENEFICIOS FUNCIONALES
El ejercicio también nos ayuda a eliminar algunas causas de dolor y prevenir recidivas. En la lumbalgia crónica, la terapia activa es la que se ha demostrado como la más efectiva a medio y largo plazo, reduciendo la recurrencia del dolor y su cronificación. En estos procesos de dolor, los músculos más adecuados para mantener la estabilidad de la zona (multífidos, transverso del abdomen, suelo pélvico) se inhiben, dejan de actuar correctamente y pueden llegar a atrofiarse. Sin un programa de reeducación, pueden ser sustituidos por otros músculos menos eficaces, y que pueden acabar contracturándose, pues son más proclives a la fatiga, y ser fuente de dolor.
El ejercicio físico es determinante en las consultas más frecuentes a los fisioterapeutas: lumbalgia crónica, cervicalgia crónica, hombro doloroso – impigment, condropatia, esguinces de tobillo etc.
¿CÓMO HACER LOS EJERCICIOS?
Han de ser personalizados en cuanto al tipo de ejercicio y carga (repeticiones, peso…), y guiados. Es importante tener en cuenta la globalidad del paciente (su patrón postural, sus otros problemas de salud, su entorno funcional). También para que se produzca una readaptación del paciente a su deporte concreto o a la demanda funcional de su vida diaria.
Un ejercicio guiado permite una correcta ejecución y un refuerzo positivo durante la ejecución, que va a destacar los cambios producidos y a modificar la interpretación del dolor.
Hay un gran porcentaje de pacientes que no realizan los ejercicios que se les pautan a nivel domiciliario. Mejoraremos este punto con programas que se puedan incluir fácilmente en la rutina del paciente, mejor si son sencillos y le llevan poco tiempo. Algunos programas para ser realmente efectivos deben mantenerse durante varios meses después del alta del paciente para terminar de completar el proceso de recuperación. El paciente tiene que saber que muchas veces el beneficio del ejercicio no se aprecia en el acto sino a medio y largo plazo, acortando el tiempo de recuperación y previniendo las recidivas.
Estamos hechos para movernos: la salud se mueve, la enfermedad no. Recuperar la salud es recuperar también la función y el movimiento y para ello, el fisioterapeuta es el profesional de la salud especialista en el aparato locomotor capacitado para prescribir y dosificar ejercicio terapéutico.
En el vídeo adjunto (también lo encontrarán al final del texto), se explica de una manera muy sencilla los principales hábitos imprescindibles para manejar el dolor y poder producir cambios positivos en la sintomatología.
No debemos olvidarnos tampoco del beneficio que obtenemos en otro tipo de enfermedades sistémicas: diabetes mellitus, hipertensión arterial, artritis reumatoide, obesidad y sobrepeso, osteoporosis, linfedema. Incluso en fases tan importantes de la vida como el embarazo.
En el Centro Médico y de Rehabilitación Premium Health & Sport hemos hecho una fuerte apuesta por la terapia activa en rehabilitación a través del ejercicio físico y terapéutico, con nuestros fisioterapeutas y licenciados en Ciencias de la Actividad Física, guiando los ejercicios desde un punto de vista global, multidisciplinar y atendiendo a la fuerte evidencia científica que nos dice que el ejercicio es igual de importante que la terapia manual. Por ello, en la rehabilitación, aunaremos el conocimiento científico y la experiencia clínica/profesional para obtener los mejores resultados mediante la terapia manual y los ejercicios guiados.
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