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En la práctica deportiva, la epicondilitis es una lesión frecuente en el codo, preferiblemente en el brazo dominante. La epicondilitis se ha asociado a la degeneración y desorganización en las fibras de colágeno de la inserción de los músculos extensor radial largo y extensor radial corto del carpo principalmente, así como del resto de musculatura extensora y supinadora. Sin embargo, también están implicados la cápsula articular y el complejo ligamentario adyacente, como bien se explica en el este blog sobre la misma lesión y sus generalidades.
La biomecánica del gesto deportivo en deportes de raqueta como el tenis o el pádel fomentan la aparición de esta patología. La demanda de rotación interna de la extremidad superior supone un aumento de las fuerzas internas de rotación a través del codo. La combinación de fuerzas a valgo más extensión rápida conlleva fuerzas de tensión sobre la cara media del codo, compresión sobre la lateral y cizallamiento en el compartimento posterior de la articulación.
Una técnica defectuosa propicia este tipo de lesión, sobre todo en principiantes. Gestos repetitivos como el golpe de revés (extensión de codo + desviación cubital de la muñeca, incluso al golpear la bola a contragolpe, cargando la energía sólo en el antebrazo, en vez de en todo el brazo desde el hombro), o durante el saque y el smatch en el que se combinen pronación(palma hacia abajo) y flexión rápida de la muñeca, cargando todo el esfuerzo en los referidos tendones extensores del antebrazo, provocando tracción excéntrica en su inserción, con posibles microdesgarros secundarios.
Una pobre estabilización escapular no genera la potencia apropiada desde el manguito rotador, intentando así compensar con un golpe seco de muñeca o hipersupinando para dar efecto a la pelota.
Mala técnica de movimiento de pies o escaso movimiento de la cadera en el golpe provocan que el jugador «llegue tarde» a la pelota, lo que añade tensión al epicóndilo; y un mal posicionamiento puede provocar un golpeo con el codo inclinado, lo que aumenta la tensión en los extensores de la muñeca; o con la raqueta en mala posición, lo que causa más vibración, transfiriéndola al codo y músculos del antebrazo.
En Premium Health & Sport contamos con profesionales especializados en este tipo de lesiones. Primero se realiza una buena exploración para pautar un correcto tratamiento (electroterapia, estiramientos, terapia manual, trabajo excéntrico etc.…) y así volver lo antes posible a la práctica deportiva.
Importante no olvidar seguir unas correctas pautas de prevención para evitar la repetición de la lesión como una técnica y material adecuado (tensión del cordaje, peso de raqueta, bolas blandas para menor vibración), estiramientos de la musculatura implicada, buena hidratación y tiempo e intensidad del esfuerzo deportivo según las posibilidades.