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Una de las molestias musculo-esqueléticas más frecuentes en el embarazo es el dolor lumbar, lumbalgia o ciática. A veces puede llegar a ser tan invalidante que la embarazada tiene la necesidad de pedir una baja laboral o se ven limitadas para sus actividades diarias. Por ello lo primero es intentar evitar que aparezca y si ya existe dolor minimizarlo en la medida de lo posible.
Disponemos de diferentes medidas para prevenir, disminuir o eliminar estos dolores mediante terapia manual o programas de ejercicios de reeducación postural, coordinación, equilibrio y estabilización lumbopélvica.
La natación terapéutica, como en Premium Health & Sport la entendemos, consiste transferir al medio acuático los programas de ejercicios anteriormente mencionados, los que habitualmente se realizan en seco aprovechando las propiedades físicas y beneficios que ofrece este medio:
- La movilidad global y analítica mejora gracias a que reduce la fuerza gravitacional, descargando las articulaciones.
- La flotabilidad, se disminuye la carga axial de la columna y como consecuencia permite la realización de movimientos que normalmente son difíciles o imposibles en seco. Además ejerce un buen soporte abdominal. Por todo ello, aunque se vaya aumentado de peso a medida que avanza el embarazo, en el agua te sentirás menos pesada.
- La presión hidrostática, aumentando el volumen sanguíneo uterino y el retorno venoso mejorando el edema de las piernas.
- Mejora propioceptiva, ya que existe un aumento de estímulos exteroceptivos por la inmersión en el agua, que pueden mejorar la percepción del propio cuerpo y la posición de los miembros en el movimiento (cinestesia). Es decir, mejorar la percepción del esquema corporal, tan cambiante en esta etapa, y favorecer la analgesia.
- La temperatura del agua hace que se segreguen endorfinas proporcionando una sensación de mayor confort físico y psíquico.
- Ayuda a la potenciación muscular utilizando el agua como resistencia, necesario para una buena estabilidad central y correcto funcionamiento de la columna vertebral, además de reforzar la musculatura de brazos y piernas necesaria para las demandas posteriores del bebé.
- Provoca una menor elevación de la frecuencia cardíaca, de la presión arterial y de la temperatura corporal que un ejercicio similar realizado en seco. Además se piensa que el ejercicio en el agua tiene menos riesgo para el feto, porque se ha demostrado que la incidencia de la taquicardia fetal post-ejercicio es menor con este tipo de ejercicio que con el ejercicio en seco.
Se ha comprobado, en diferentes estudios, que ejercicio dentro del agua ha permitido disminuir el dolor cuando ya existía y prevenirlo en los casos en los que no se padecía. Además de proporcionar a la embarazada un estado físico adecuado que le ayudará y le facilitará el momento del parto.
No obstante es importante destacar que la natación terapéutica debe ser controlada y dirigida por un profesional, para que se pueda evitar cualquier perjuicio derivada de una mala ejecución.
Recomendaciones para embarazadas que hacen ejercicios en el agua:
- Ante fatiga o dolor dejar de ejercitarse y descansar unos minutos.
- Salir del agua si sienten demasiado frío o demasiado calor.
- Evitar contener la respiración.
- Controlar el pulso para que la cantidad de latidos no supere los 140 por minuto. A los 40 años esta cantidad se reduce a 130.
- Consultar al médico antes de comenzar con un programa de ejercicios, ya que en algunos casos está contraindicada la actividad física.
Contraindicaciones para el ejercicio durante el embarazo
Absolutas:
- Enfermedad severa cardiovascular o respiratoria
- Riesgo de parto prematuro o rotura de membranas
- Hipertensión, diabetes o enfermedad tiroidea no controladas
- Sangrado persistente después del primer trimestre
- Cérvix incompetente
- Preeclampsia
- Embarazo múltiple
- Poco crecimiento fetal
Relativas:
- 3 o más abortos espontáneos
- Diabetes
- Poco crecimiento fetal
- Presentación de nalgas después de las 28 semanas
- Palpitaciones o arritmias
- Anemia o deficiencia de hierro
En el Centro Médico y de Rehabilitacion Premium Health & Sport cuenta con una piscina donde realizar ejercicios de forma controlada por uno de nuestros profesionales y ya no sólo durante el embarazo sino también en el postparto y para tu bebé, teniendo en cuenta que no haya ninguna contraindicación para realizar actividad física o meterse en una piscina en el embarazo; y en cuanto al postparto saber que los baños por inmersión se deben evitar durante al menos las 6 semanas (periodo de “cuarentena”) posteriores al parto, dependiendo de la duración de los loquios o hemorragia vaginal y evolución de la episiotomía o cicatriz de la cesárea si se han realizado.
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