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¿Qué sucede durante el embarazo?
Durante los nueve meses de embarazo, el cuerpo de la futura mamá sufre una serie de transformaciones, debidas fundamentalmente a los cambios hormonales. Así, según va creciendo el vientre materno nuestra columna debe ir adaptándose y, para evitar posibles dolores, es fundamental realizar algo de ejercicio físico.
Las hormonas como la progesterona y la relaxina aumentan la laxitud de las articulaciones pélvicas (1,2) para facilitar el paso del bebé a través del canal del parto. Estos cambios, dificultan la capacidad de permanecer de pie por periodos prolongados de tiempo, debido a la adopción de una marcha contoneante o de pato (2), causando un aumento de presión intraabdominal (1) y la aparición de varices en miembros inferiores, vulva y recto (2). En el transcurso del embarazo, el crecimiento del útero dificulta el retorno venoso, aumenta la presión intraabdominal y reduce la motilidad del colon lo que ocasiona una oclusión de la vena cava inferior dificultado el retorno venoso en posición de decúbito supino (2).
¿Qué patologías pueden aparecer?
Existen diferentes patologías asociadas al embarazo que repercuten a la madre como el estreñimiento, incontinencia urinaria y fecal, hipertensión, diabetes gestacional, anemia, etc (2,3) y otras que afectan al bebé como macrosomía, restricción del crecimiento intrauterino, etc (3).
A medida que avanza el embarazo, los cambios en el centro de gravedad, el aumento de peso y las alteraciones en el equilibrio y la coordinación aumenta el riesgo de lesiones durante el ejercicio (1). Se produce una hiperlordosis para compensar el desplazamiento del centro de gravedad provocado por el peso del feto y los anejos fetales. Esta situación puede llegar a producir lumbalgias e incluso lumbociática por compresión del nervio ciático (2).
Estas complicaciones vienen dadas por la alteración de los hábitos alimenticios, disminución de actividad física y estrés físico y mental (3).
La natación para embarazadas ayuda a los problemas del embarazo
En el agua, las mujeres embarazadas cuentan con un beneficio extra muy importante: la relajación, muy aconsejada por el estrés y ansiedad al que pueden ser sometidas. Además, es un medio dotado de una serie de propiedades (flotación, inmersión y presión hidrostática) que la confieren de un medio ideal para moverse y realizar ejercicios.
A través de la natación terapéutica y gracias a la flotación la mujer embarazada podrá moverse con fluidez pese a la ganancia de peso, realizando ejercicios para el embarazo que no supongan impacto. No obstante, el uso de churros y/o tablas no se empleará solo para facilitar la flotación y la relajación, también podrá emplearse para realizar ejercicios resistidos tonificando así los miembros superiores y/o inferiores y preparar así a la futura mamá para necesidades del recién nacido.
Por su parte, la inmersión mejora la propiocepción, la percepción corporal, el equilibrio y la coordinación. También influye en el estado psicológico y emocional de la gestante ya que existe una mayor seguridad en la realización del ejercicio de natación terapéutica así como un menor dolor en el caso de sufrir patologías secundarias al embarazo.
¿Por qué es recomendable la natación para embarazadas?
La presión hidrostática ayuda a mejorar la circulación de retorno venoso y linfático, aliviando la pesadez e hinchazón de las piernas tan común y molesta en el embarazo. También se puede realizar un buen trabajo respiratorio al fortalecer la musculatura inspiratoria, aumentado así la capacidad pulmonar tan reducida en los últimos meses.
La natación para embarazadas proporciona tonicidad a los músculos, ejercitando miembro superior, zona abdominal y miembro inferior, así como musculatura pélvica implicada en parto y que refiere una gran distensión o flacidez post-parto. Por este motivo, se considera una actividad completa, ya que, también al ser una actividad aeróbica, mejora el sistema cardiorespiratorio proporcionando unos enormes beneficios tanto a la madre como al futuro bebe.
Además de todo lo citado, realizar ejercicio en el agua caliente aumenta la secreción de endorfinas y relaja la musculatura perineal, lo cual es muy importante porque facilita la fase de dilatación y reduce el riesgo de episiotomías.
Beneficios de los ejercicios de natación para embarazadas
El ejercicio físico para mujeres embarazadas en medio acuático ha incrementado en los últimos años, gracias a la variedad de beneficios que aporta la actividad acuática, como la disminución de la atracción gravitacional, una mayor sensación de confort físico, mejora de la movilidad y flexibilidad, reducción del dolor post-ejercicio y una mejora del retorno venoso (4) y de la circulación sanguínea (3) debido al aumento de la presión hidrostática (4).
Los programas de ejercicios acuáticos tienen un efecto positivo en:
- Controlar la frecuencia cardíaca y el nivel de glucosa en sangre(4).
- Prevenir el aumento excesivo de peso de la madre y del bebé (1,4).
- Disminuir el impacto articular y la presión arterial(1).
- Aumentar la diuresis (1,5).
- Mejorar el control de la temperatura(1).
- Reducir el edema (1,5).
- Limitar la probabilidad de aborto espontáneo (1,5).
- Aminorar el dolor de espalda (1,5).
- Prevenir la diabetes gestacional(3)
- Fortalecer la musculatura sin aumentar la presión intraabdominal(1).
- Evitar la diástasis(1).
- Atenuar el estrés prenatal y la depresión postparto(5).
Además de estos beneficios, realizar ejercicio en grupo también proporciona socialización e interacciones emocionales entre las mujeres (5).
Es importante señalar que una contraindicación para el ejercicio en piscina es la incontinencia urinaria y/o fecal, así como otros procesos como son la insuficiencia cardiaca, insuficiencia hepática, e HTA, no controladas, heridas abiertas o enfermedades infecto-contagiosas, y la epilepsia mal controlada.
El Centro Médico y de Rehabilitacion Premium Health & Sport cuenta con una piscina de natación terapéutica donde realizar ejercicios de forma controlada y ya no sólo durante el embarazo sino también en el postparto, teniendo en cuenta que los baños por inmersión se deben evitar durante al menos las primeras 6 semanas posteriores al parto, dependiendo de la duración de los loquios o hemorragia vaginal y evolución de la episiotomía o cicatriz de la cesárea si se han realizado.
Actualizado en junio de 2022 por Estefanía Lorente
Bibliografía
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- Vázquez-Lara J, Ruiz-Frutos C, Rodríguez-Díaz L, Ramírez-Rodrigo J, Villaverde-Gutiérrez C, Torres-Luque G. Effect of a physical activity programme in the aquatic environment on haemodynamic constants in pregnant women: Enfermería Clínica (English Edition); 2018.
- Barakat R, Perales M, Cordero Y, Bacchi M, Mottola MF. Influence of Land or Water Exercise in Pregnancy on Outcomes: A Cross-sectional Study. Med Sci Sports Exerc. 2017 Jul;49(7):1397-1403. doi: 10.1249/MSS.0000000000001234 .
- Cancela-Carral JM, Blanco B, López-Rodríguez A. Therapeutic Aquatic Exercise in Pregnancy: A Systematic Review and Meta-Analysis. J Clin Med. 2022;11(3):501. Published 2022 Jan 19. doi:10.3390/jcm11030501.
- Navas A, Carrascosa MDC, Artigues C, et al. Eficacia del ejercicio acuático aeróbico de intensidad moderada durante el embarazo sobre la calidad de vida y la depresión posparto: un ensayo controlado aleatorio multicéntrico. J Clin Med . 2021;10(11):2432. doi:10.3390/jcm10112432.