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Motivos del dolor crónico por causa de un edema óseo
Una de las manifestaciones clínicas más habituales que nos encontramos en nuestra práctica diaria es el dolor crónico de tobillo pie, y como causa frecuente, la presencia de edema óseo en algunas de sus estructuras más relacionadas con la sintomatología. Su diagnóstico diferencial es bastante amplio, y según estudios recientes puede estar asociado a:
- Lesión o fisura de estrés por contusiones repetitivas afectando generalmente al tercio distal de la tibia, astrágalo, escafoides, calcáneo y los ejes de los metatarsianos, en relación a periostitis, osteopenia, etc.
- Defecto o lesión osteocondral (osteonecrosis precoz que inicia con edema óseo inespecífico).
- Neoplasia o tumor en hueso esponjoso y cortical.
- Enfermedad infecciosa, incluyendo celulitis y abscesos de tejidos blandos.
- Alteración biomecánica y estrés crónico asintomático por presencia de hueso navicular accesorio.
- Tenosinovitis y presencia de edema subtendinoso con hiperemia y proliferación de la vaina del tendón.
- Síndromes de impingement y presencia de osteofitos en región anterior, anterolateral, sindesmosis, medial y posterior, causados por la fricción de tejidos articulares que causan dolor crónico de tobillo.
- Osteomielitis de pie diabético diferenciada de osteoneuroartropatía.
Siendo la Resonancia Magnética la prueba de imagen diagnóstica más fiable y sensible para la detección del edema óseo, pudiendo objetivar tanto la localización exacta y precisa, si hay además implicación o no de tejido blando, así como la cantidad de estructuras afectadas.
Pronóstico del edema óseo
En cuanto al pronóstico, el edema óseo “post-traumático” puede variar y generalmente suele estar presente durante al menos 12 semanas a 24 semanas, teniendo en cuenta que la evolución y/o remisión del edema óseo dependerá directamente de la naturaleza del mismo, de la detección y del diagnóstico precoz y de la exposición a estrés mecánico al que se ve sometido, es decir, del diagnóstico preciso y manejo terapéutico que realicemos desde el inicio de la lesión, en nuestro caso, de todo el complejo articular de tobillo-pie. Siendo opciones de tratamiento en fase inicial el reposo y descarga de estrés mecánico del miembro afecto con uso de muletas, utilización de medidas ortopédicas (plantillas, cuñas,…) para el alivio de los síntomas agudos, así como inmersión en agua y aplicación de técnicas de fisioterapia en medio acuático. Según evolución y en fases más avanzadas de la lesión, nos apoyamos en técnicas de fisioterapia musculo-esquelética con movilizaciones específicas de las estructuras implicadas para conseguir normalizar la función del paciente, enfocando el tratamiento principalmente en conseguir aumentar la propiocepción y la fuerza de tobillo-pie con la prescripción, supervisión y realización de ejercicio terapéutico. Una vez superada esta fase, y como parte final del tratamiento, nuestra recomendación es combinar con el trabajo de actividad física para devolver al paciente a su estado de bienestar previo a la lesión, y de readaptación deportiva, en caso del deportista hasta conseguir su estado óptimo de rendimiento que le permita vuelta a la competición o “Return to Play”.
En el Centro Médico y de Rehabilitación Premium Health & Sport contamos con amplias instalaciones, un equipo multidisciplinar y especialidades que trabajaran en conjunto para identificar las vías de tratamiento en fisioterapia y actividad física más aceptadas basadas en la evidencia científica, en combinación con nuestra experiencia clínica para la solución de este tipo de patologías.
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