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La diástasis abdominal es la separación de ambos rectos abdominales en la línea alba. Esta separación se corresponde con una mayor distensión del tejido conectivo que une a estos músculos y suele aparecer de forma más prevalente durante el último trimestre del embarazo y posparto inmediato.1 En madres primerizas es más frecuente encontrarla por encima del ombligo y en mujeres multíparas por debajo del mismo. También se observa en personas que hacen trabajos físicos extenuantes o con cargas y en personas obesas 2
Durante el embarazo se produce el estiramiento natural del abdomen que nos permite el crecimiento del útero y del bebé. Este desarrollo se produce gracias a unos cambios hormonales como la liberación de relaxina y se va recuperando en el periodo de lactancia materna.
Los factores de riesgo que producen la diástasis del abdomen sospechamos que son: alto índice de masa corporal previo a los embarazos, peso elevado del bebé, aumento del peso durante el embarazo, hiperlaxitud articular y no practicar ejercicio antes y durante el embarazo3
Esta distancia se reduce de forma considerable dentro de las primeras 8 semanas tras el nacimiento del bebé, pero está demostrado científicamente que para lograr un cierre de la diástasis hay que realizar ejercicios específicos de la cincha abdominal4.
A largo plazo los síntomas que puede producir son4:
– Dolor lumbar y pélvico, debido a la trasmisión incorrecta de las cargas que generan los aumentos de presión abdominal, produciendo daño articular, neuromuscular o separación considerable del tejido conectivo de la línea alba.
– Incontinencia urinaria, prolapsos de las vísceras pélvicas o incontinencia fecal (66%)
¿Cómo puedes saber si tu abdomen presenta una diástasis?
Lo más fiable en cuanto a mediciones es la ecografía, en la que consideran normal una distancia de menos de 15mm debajo del esternón, 22 mm 3 cm por encima del ombligo, y 2 cm por debajo 16mm5. Cómo método clínico para realizar la medición podemos utilizar el calíper o los dedos del fisioterapeuta o la propia paciente. Lo comprobaremos tanto en reposo como con una flexión de tronco; observando en esta última si existe una expulsión de los dedos lo que significa que tiene mejor pronóstico.
Tratamiento con fisioterapia6,7
La primera vez que acudas a consulta se valorará el tono de toda tu chincha abdominal y musculatura perineal, así como unos test para ver como se distribuye la fuerza desde la pelvis a las piernas (Stork test, y elevación activa de la pierna recta SLRT).
Las técnicas que utilizara tu fisioterapeuta son:
Ejercicios de control motor lumbar con potenciación y coactivación de suelo pélvico, trasverso del abdomen y multífidos lumbares.
Kinesiotape para restablecer la secuencia de activación neural de esta musculatura
Ejercicios hipopresivos
Fisioterapia de suelo pélvico si existen patologías asociadas como incontinencia o prolapsos.
Control postural a través de Streching Global Activo.
Los ejercicios que deberás evitar hacer si tienes diástasis del abdomen son aquellos que aumenten la presión intraabdominal como son: los abdominales tradicionales, las sentadillas, las planchas, levantar objetos pesados, running o saltos2.
Debemos considerar el tratamiento quirúrgico con abdominoplastia si tras un año desde el nacimiento del bebé y habiendo realizado el tratamiento de fisioterapia, el paciente sigue teniendo dolor a actividades como: mantener el equilibrio sobre una pierna, andar, pasar de sentada a levantada. Cuando los test descritos anteriormente siguen siendo positivos, aunque el sistema muscular este íntegro o al aumentar por encima de los valores normales la distancia entre los rectos abdominales7 también son motivos de operación.
En nuestro Centro médico y de rehabilitación Premium Health & Sport realizamos sesiones individuales de fisioterapia ginecológica así como clases con grupos reducidos donde trabajamos la pared abdominal con ejercicios hipopresivos, control postural y suelo pélvico para que puedas mantener estable y sin dolor tu zona lumbopélvica.
Artículo creado por Tania Sánchez.
Referencias:
1. M. T., Braga, M. D., Bernardes, N. O., & Andrade, S. C. (2009). Prevalence of diastasis of the rectus abdominis muscles immediately postpartum: comparison between primiparae and multiparae. Brazilian Journal of Physical Therapy, 13(4), 275-280.
3. da Mota, P. G. F., Pascoal, A. G. B. A., Carita, A. I. A. D., & Bø, K. (2015). Prevalence and risk factors of diastasis recti abdominis from late pregnancy to 6 months postpartum, and relationship with lumbo-pelvic pain. Manual therapy,20(1), 200-205.
4. Coldron Y, Stokes M J, Newham D J, Cook K 2007 Postpartum characteristics of rectus abdominis on ultrasound imaging. Manual Therapy. Epub
5. Beer GM, Schuster A, Seifert B, Manestar M, Mihic-Probst D, Weber SA. The normal width of the linea alba in nulliparous women. Clin Anat 2009 Sep;22(6):706e11.
6. Hodges P W, Cholewicki J 2007 Functional control of the spine. Ch: 33 In: Movement, Stability & Lumbopelvic Pain. Eds. Vleeming A, Mooney V, Stoeckart R. Elsevier, Edinburgh
7. Hodges P W, Kaigle Holm A, Holm S et al 2003 Intervertebral stiffness of the spine is increased by evooked contraction of transversus abdominis and the diaphragm: in vivo porcine studies. Spine 28(23):2594
8. Diane Lee, B. S. R. Diastasis Rectus Abdominis & Postpartum Health Consideration for Exercise Training.