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Lesión de rotura isquiotibiales y biceps femoral
La rotura isquiotibiales es muy común dentro del fútbol, deportes de pista y de velocidad las lesiones musculares son muy frecuentes y un preocupación para deportistas y cuerpos técnicos. La lesión en los isquiosurales o isquiotibiales (HSI, del inglés Hamstring Strain Injury) formados por el semitendinoso, semimembranoso y el bíceps femoral, es el subtipo de lesión más común, representa el 12% de todas las lesiones, y un equipo con una plantilla de 25 jugadores suele sufrir entre 5 y 6 lesiones de isquiotibial cada temporada, lo que equivale a más de 80 días que involucran actividades de fútbol (entrenamientos o partidos) perdido debido a una lesión. (1, 2, 3)
¿Cómo se produce la lesión del biceps femoral?
El mecanismo de lesión suele ser sin contacto. Normalmente se produce durante la carrera y en los minutos finales de la primera y segunda parte, cuando la fatiga es mayor. También es común que se produzcan cuando se va a golpear al balón y en el último momento se falla o un contrario nos quita el balón, por lo que terminamos dando una patada al aire que hace que los isquiotibiales tengan que soportar un gran momento de fuerza que supera sus límites de resistencia haciendo que se produzca la rotura muscular. En ese momento el jugador suele notar un “pinchazo” en la zona de la rotura y dolor al estirar la rodilla o al flexionar la cadera con la rodilla estirada, también notará dificultad o dolor al doblar la rodilla contra resistencia y según el grado de rotura tendrá mayor o menor impotencia al caminar. (4)
Los músculos que con mayor frecuencia van a sufrir una lesión muscular son los que presentan una cantidad más elevada de fibras tipo II, con ángulos de penación elevados y biarticulares (5), como en fútbol son (6).
- Isquiosurales (37%)- músculo de la velocidad y “sprint”. En concreto, según estudio Ekstrand et al., 2016 (7) hubo 253 lesiones de isquiosurales:
- Bíceps femoral– 212 lesiones (84%)
- Semimembranoso– 30 (12%)
- Semitendinoso– 11 (4%)
- Aductores (23%)
- Cuadriceps (19%)- músculo del golpeo y “chut”
- Pantorrilla (13%)
Recomendamos ver esta imagen en la que se refleja la ilustración anatómica de la ubicación y extensión de las lesiones musculares funcionales y estructurales (p. Ej., Isquiotibiales). (A) Trastornos musculares relacionados con el sobreesfuerzo, (B) Trastornos musculares neuromusculares, (C) Desgarros musculares parciales y (sub) totales. (8)
Las principales causas predisponentes para la rotura de isquiotibiales son:
- El acortamiento muscular, especialmente de la cadena muscular posterior de nuestro cuerpo.
- La debilidad muscular, fundamentalmente de los isquiotibiales y musculatura estabilizadora de la zona lumbopélvica (musculatura abdominal y transverso del abdomen) y cadera (glúteo medio). También puede ocurrir que la musculatura extensora (cuádriceps) sea mucho más potente que la musculatura flexora (isquiotibiales) y este desequilibrio propicie la rotura de los más débiles.
- Elevada tensión neural (un exceso de tensión sobre el nervio ciático puede generar un espasmo de defensa en la musculatura isquiotibial para proteger de un sobreestiramiento al nervio ciático)
- La fatiga y la descoordinación en la contracción de los grupos musculares, por falta de trabajo funcional y propioceptivo.
- Lesión previa, en la cual no se ha seguido un correcto proceso de recuperación o readaptación al deporte. El deportista tiene recaídas por no haber trabajado el origen de la lesión, si no, sólo las consecuencias. (1, 6, 7)
La alta incidencia de esta lesión es debido a la capacidad que tiene el músculo de desarrollar mucha fuerza en poco tiempo, y el elevado número de fibras de contracción rápida. (5)
Dentro de la musculatura isquiosural, la zona más afectada es el bíceps femoral. Esto se debe a su compleja anatomía e inervación. Al tener sus dos porciones una inervación distinta, es más frecuente una alteración en la sincronización o asincronía en la contracción muscular. Esta asincronía provoca una disminución de la capacidad de absorber altas tensiones. (8)
En análisis de la biomecánica de la carrera, se ha visto que la lesión se produce en la fase final de balanceo, cuando el isquiosural trabaja para desacelerar la pierna mientras controla la extensión de rodilla. En este momento, el músculo debe resistir el paso de una acción excéntrica a una concéntrica, momento de máxima tensión muscular y vulnerabilidad. (9)
Tratamiento para lesión de isquiotibiales e isquiosurales
El tratamiento de la lesión de isquiotibiales y bíceps femoral (isquiosurales) es normalmente conservador y tiene buen pronóstico. La intervención quirúrgica es muy poco frecuente. Al ser un músculo biarticular (que interviene en 2 articulaciones), su tratamiento debe ser global, atendiendo a factores como el acortamiento muscular de la cadena posterior, la tensión neural, la posición de las articulaciones implicadas y la recuperación de la fuerza de la musculatura, poniendo especial énfasis en el entrenamiento excéntrico en las fases finales de recuperación. Este tipo de entrenamiento preparara al músculo para soportar altas tensiones, momento en el que suele lesionarse. (9, 10)
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Bibliografía
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- Ekstrand J, Lee JC, Healy JC. MRI findings and return to play in football: a prospective analysis of 255 hamstring injuries in the UEFA Elite Club Injury Study. Br J Sports Med. 2016 Jun;50(12):738-43. doi: 10.1136/bjsports-2016-095974. Epub 2016 Apr 15. PMID: 27084882.
- Mueller-Wohlfahrt HW, Haensel L, Mithoefer K, Ekstrand J, English B, McNally S, Orchard J, van Dijk CN, Kerkhoffs GM, Schamasch P, Blottner D, Swaerd L, Goedhart E, Ueblacker P. Terminology and classification of muscle injuries in sport: the Munich consensus statement. Br J Sports Med. 2013 Apr;47(6):342-50. doi: 10.1136/bjsports-2012-091448. Epub 2012 Oct 18. PMID: 23080315; PMCID: PMC3607100.
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- Fernández Jaén, T. et al., Spanish Consensus Statement (2015). The treatment of muscle tears in sport.
Fuentes y recursos de información
Primera publicación Marzo 2017 – Actualizado Diciembre 2020.