Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 8 segundos
El Ligamento Cruzado Anterior es uno de los 5 ligamentos que proporcionan estabilidad en la articulación de la rodilla durante actividades dinámicas. El Ligamento Cruzado Anterior nace ligeramente posterior a la superficie medial del cóndilo lateral del fémur e inserta en la parte anterior de la tibia.1,2
¿Cómo se produce una rotura del Ligamento Cruzado Anterior?
Entre los distintos modos en que ocurre la lesión del Ligamento Cruzado Anterior, las acciones sin contacto (en actividades deportivas) son la causa más común, pudiendo lesionarse el Ligamento Cruzado Anterior parcial o por completo cuando la rodilla está flexionada y la tibia gira simultáneamente en una dirección lateral.1,2
Suele ocurrir, además, en la rotura de Ligamento Cruzado Anterior, que a esta situación se suma un mecanismo de desaceleración/aceleración junto a un aumento del valgo de rodilla, notando o escuchando un “pop” en el momento de la lesión. En la rotura de Ligamento Cruzado Anterior es muy común que pueda aparecer hemartrosis (hemorragia articular) en las 2 horas siguientes a la rotura. 1,3
Como hemos mencionado antes, la rotura del Ligamento Cruzado Anterior puede ser parcial o completa. En el caso de que la rotura del Ligamento Cruzado Anterior sea parcial, el tratamiento consistirá principalmente en Fisioterapia. Inicialmente para bajar la inflamación, y posteriormente fortaleciendo para estabilizar todo el complejo articular de la rodilla; se prestará especial atención al cuádriceps, insistiendo en el trabajo de propiocepción y fuerza funcional.3-5
¿Cómo se valora una rotura de Ligamento Cruzado Anterior?
Existen diferentes test para el diagnóstico de la rotura del Ligamento Cruzado Anterior(4):
- Lachman Test, es el más preciso
- Test del Cajón Anterior
- Pivot Shift test
Cabe recalcar que, a pesar de la precisión de estos test, su resultado negativo no es suficiente para descartar la rotura.4
Pruebas complementarias y diagnóstico diferencial de una rotura de Ligamento Cruzado Anterior
La combinación de la historia clínica y las pruebas diagnósticas suele ser suficiente para el diagnóstico de la rotura del Ligamento Cruzado Anterior. No obstante, la presencia de dolor e inflamación en una situación aguda (reciente) puede hacer difícil el diagnóstico durante el examen clínico.3,4
Por ello, repetir el examen clínico durante la fase subaguda o realizar una Resonancia Magnética Nuclear (RMN) se recomienda para confirmar o descartar el diagnóstico. Además, la RMN ayuda en la evaluación de lesiones concomitantes de rodilla que puedan ser más difíciles de diagnosticar clínicamente (por ejemplo, lesiones de meniscos y cartílagos).3,4,6
¿Cuál es el mejor tratamiento?
El tratamiento de la rotura completa del Ligamento Cruzado Anterior es quirúrgico, salvo que el paciente tenga una edad media-avanzada (>50 años) y su demanda u objetivo sea llevar una actividad liviana y de baja carga. Existen distintos tipos de cirugía; los más usados son el procedimiento T2 o T4, en el cual se usan los tendones del semitendinoso y recto interno de la rodilla del propio paciente, y se realiza mediante artroscopia; y el HTH, en el que se utiliza el tendón rotuliano junto con un fragmento de hueso de la rótula y de la tibia, que puede ser del propio paciente o de cadáver.1
El proceso de rehabilitación necesita ser individualizado para cada paciente, en base a sus objetivos. El número de sesiones iniciales variarán según el plan de tratamiento, siendo recomendable un mínimo de 2-3 veces por semana. En las fases iniciales, un trabajo en descarga sin impacto en bicicleta, o en piscina (hidroterapia) es muy recomendable.3,4,7
Durante los últimos años, la rehabilitación ha pasado de protocolos basados en el tiempo, a protocolos individualizados y con progresiones en base a la consecución de diferentes criterios. Se puede dividir la rehabilitación en diferentes fases, siendo el progreso de una a otra sólo cuando se consiguen los objetivos marcados. Este enfoque basado en criterios asegura que la progresión en la rehabilitación no supere la capacidad funcional y biológica de la rodilla. El paso de los protocolos basados en el tiempo a los basados en criterios también significa que el proceso de recuperación no se retrasa innecesariamente.3,7,8
Estas fases se pueden dividir en las siguientes8:
En el Centro Médico y de Rehabilitación Premium Health & Sport disponemos de un equipo de profesionales y unas instalaciones que nos permiten abordar la recuperación de una lesión de Ligamento Cruzado Anterior de una manera multidisciplinar y adaptada a las necesidades del paciente o deportista.
BIBLIOGRAFÍA
- Marieswaran M, Jain I, Garg B, Sharma V, Kalyanasundaram D. Review Article A Review on Biomechanics of Anterior Cruciate Ligament and Materials for Reconstruction. 2018;2018.
- Luque-seron JA, Medina-porqueres I. Anterior Cruciate Ligament Strain. 2016;8(5):451–5.
- Melick N Van, Cingel REH Van, Brooijmans F, Neeter C, Tienen T Van, Hullegie W, et al. Evidence-based clinical practice update : practice guidelines for anterior cruciate ligament rehabilitation based on a systematic review and multidisciplinary consensus. 2016;1506–15.
- Filbay SR, Grindem H. Best Practice & Research Clinical Rheumatology Evidence-based recommendations for the management of anterior cruciate ligament ( ACL ) rupture. Best Pract Res Clin Rheumatol. 2019;33(1):33–47.
- Wright RW, Haas AK, Anderson J, Calabrese G, Cavanaugh J, Hewett TE, et al. Anterior Cruciate Ligament Reconstruction Rehabilitation : 2014;7(3):239–43.
- Arden NK, Crossley FKAYM, Physio B. Quality of Life in Symptomatic Individuals After Anterior Cruciate Ligament Reconstruction, With and Without Radiographic Knee Osteoarthritis. 2018;48(2012001240).
- Blanch P, Gabbett TJ. Has the athlete trained enough to return to play safely ? The acute : chronic workload ratio permits clinicians to quantify a player ’ s risk of subsequent injury. 2015;1–5.
- Ligament AC, Cooper R, Hughes M. Melbourne ACL Rehabilitation Guide 2.0.