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La plagiocefalia, como ya hablamos en un blog anterior, es un trastorno del cráneo caracterizado por el aplanamiento uni o bilateral de la región occipital en relación directa con el apoyo continuado del cráneo infantil, tanto durante la vida intrauterina como después del nacimiento.
En el año 1992, la Academia Norteamericana de Pediatría puso en marcha una campaña para indicar la necesidad de que los recién nacidos durmiesen boca arriba. Esta campaña tenía su origen en la relación entre la muerte súbita del lactante con la posición de decúbito prono, que hasta ese momento, era el estándar aconsejado para el sueño de los recién nacidos. Como consecuencia de esa campaña, la mortalidad se consiguió reducir hasta en un 40%, pero como contrapartida, se empezó a observar un incremento exponencial de las deformidades craneales en la región occipital. Se calcula una incidencia de 1 caso por cada 300 nacimientos aunque, según algunas publicaciones,su incidencia puede llegar a una prevalencia del 48% de los niños sanos menores de 1 año.
Dado el alto porcentaje de este problema, nos gustaría hablar sobre una de las repercusiones que podría tener nuestro bebé si no es diagnosticado y tratado de manera precoz para subsanar dicho problema, dejando a un lado el tema estético y centrándonos en las lesiones que podría acarrear esta deformidad craneal.
La Plagiocefalia posicional ha sido anecdóticamente asociada con el campo visual, oftalmológico y con déficits neurológicos, como el astigmatismo y estrabismo, pero que si se detecta en el primer año de vida, es tratable con medios no invasivos.
En un estudio realizado se observó que todos los datos de la población de estudio mostraban un aparente retraso en la progresión del campo visual, pudiendo indicar una tendencia de retraso en la maduración del campo visual en los pacientes con plagiocefalia posterior.Otra hipótesis sería que en los pacientes con plagiocefalia posterior puede haber un retraso en la progresión del desarrollo del campo visual, atribuible a la plagiocefalia en sí, o a algún retraso en el desarrollo global.
A pesar de que se pensaba que la plagiocefalia posterior planteaba sólo problemas estéticos, Miller y Clarren mostraron que el 39,7 % de los pacientes con plagiocefalia posterior requieren servicios como terapia de lenguaje, terapia física y terapia ocupacional. Estos resultados muestran que los lactantes con plagiocefalia posterior están en un riesgo más alto para desarrollar en el futuro dificultades, con problemas sutiles de disfunción cerebral tales como problemas de aprendizaje, trastornos del lenguaje, problemas de percepción visual, retraso motor, y problemas de capacidad de atención.
En Premium Health & Sport contamos con profesionales adecuados y formados en osteopatía craneal y pediátrica para poder valorar y tratar este tipo de patologías y conseguir los mejores resultados posibles en el menor tiempo.
BIBLIOGRAFÍA:
- GARCÍA, Ramón Serramito; GONZÁLEZ, Miguel Gelabert. Plagiocefalia posicional.
- Visual Field Defects in Deformational Posterior Plagiocephaly
R. Michael Siatkowski, MD,a Aaron C. Fortney, MD,a Sayeda A. Nazir, BS,b
Sterling L. Cannon, MD,a Jayesh Panchal, MD,c Paul Francel, MD, PhD,d William Feuer, MS,e and Warda Ahmad, MSa
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