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En blogs anteriores hemos hablado de los cambios físicos y psicológicos en el primer trimestre del embarazo, en el segundo trimestre y en el tercer trimestre, así como de las posibles lesiones que pueden aparecer durante el mismo I y II. En este nuevo blog, vamos a hablar de la importancia de realizar una buena preparación al parto, para acudir tranquila al “gran momento” y con sensación de dominar la situación.
En primer lugar lo más importante es un conocimiento básico de la anatomía, conocer dónde tenemos nuestra pelvis y cómo se mueve, localizando y reconociendo las diferentes partes de la misma. Por otro lado es muy importante poder visualizar los estrechos (superior, medio e inferior) de la pelvis que van a conformar el canal del parto y conocer cómo podemos actuar en el momento del parto para modificarlos y así influir en el descenso del móvil fetal.
Otro punto muy importante, es hablar sobre las posiciones más favorecedoras del parto, que serán siempre posiciones verticales (cuclillas, sentadas…) sirviéndonos así de la fuerza de la gravedad para ayudarnos en el momento del expulsivo. Estas serían posturas ideales, pero en muchos hospitales sólo se da a luz en posición de litotomia (boca arriba), en cuyo caso sería importante explicar a la mujer la posición de las piernas óptima para abrir el estrecho inferior.
Es importante diferenciar dos fases en el transcurso del parto, en primer lugar la dilatación y en segundo lugar el expulsivo.
Fase de dilatación: el útero experimenta contracciones rítmicas, regulares, cada vez más intensas y separadas por episodios de calma total, cada vez más cortos a medida que el parto avanza. Estas contracciones irán dilatando el cuello del útero hasta que quede borrado y serán las responsables de empujar al feto hacia abajo hasta que éste queda franqueado en el estrecho superior. Es en este momento cuando diremos que está encajado o que la cabeza fetal se encuentra en el primer estrecho (aunque la expresión de “encajado” también se utiliza en la fase final del embarazo, en este caso hace referencia a que está orientado hacia la pelvis). Así la cabeza fetal va a orientarse girando y progresando hacia el estrecho medio.
En esta fase de dilatación, siempre que la epidural y la situación particular de cada embarazo lo permita, la mujer deberá moverse y realizar ejercicios específicos que modifiquen la forma del canal del parto para facilitar el encajamiento y descenso del bebé, intentando evitar así que el niño no baje y se produzcan partos prolongados en el tiempo que puedan acabar en cesárea o siendo partos instrumentales (fórceps, ventosa) con las consecuencias sobre el suelo pélvico que esto conlleva (desgarros, posibles prolapsos en un futuro, lesiones sobre los nervios pudendos…). Estos ejercicios es importante enseñarlos bien durante la preparación al parto y llevarlos automatizados el día del parto.
Fase de expulsivo: comienza cuando la cabeza del bebé se apoya sobre el periné y por tanto se encuentra ya en el tercer plano. Aquí la presión de la cabeza sobre el suelo pélvico produce una contracción refleja del útero denominado “reflejo expulsivo”. Lo más importante en esta fase son los pujos, que deberán estar bien dirigidos, hacerse de la forma más eficaz para el descenso del bebé y con el menor riesgo de lesión para el suelo pélvico, por lo que resulta importante aprenderlos y dirigirlos bien durante la preparación al parto. Esta comprobado que los pujos más dañinos son los realizados en apnea (conteniendo el aire) y con un empuje como ir “a hacer de vientre”, porque además de estar mal dirigidos y por tanto resultar menos eficaces (se dirigen hacia el ano y abomban la tripa) las presiones que recibe el suelo pélvico son mucho mayores.También existen maniobras prohibidas como la de kristeller (presión manual o por medio del antebrazo que ejerce la matrona sobre el vientre materno) que las mujeres deberían conocer, ya que pueden provocar importantes lesiones sobre la madre (del suelo pélvico, útero) y el bebé.
Durante la preparación al parto también es importante mantener en el mejor estado posible al suelo pélvico, de forma que pueda ser capaz de contraerse con fuerza y relajarse, para lo que resulta importante realizar masajes vaginales durante el embarazo así como diferentes ejercicios de contracción y relajación del mismo. Esto será importante para evitar, en el mayor grado posible, las episiotomías y los desgarros del suelo pélvico, ya que un suelo pélvico fuerte y elástico facilitará el expulsivo.
Tan importante como el trabajo del suelo pélvico es trabajar durante el trascurso del embarazo el músculo transverso del abdomen, para evitar dolores de espalda (sobre todo zona lumbar y sacroilíacas) y realizar los pujos de forma más eficaz.
En Premium Health & Sport contamos con fisioterapeutas cualificados para impartir la preparación al parto. Además, en nuestras instalaciones, contamos con grupos de Pilates y de natación específicos para embarazadas, lo que le permitirá realizar ejercicio controlado por profesionales y mantenerse en forma durante el embarazo, mejorando la estabilidad lumbar y potenciando los miembros inferiores y superiores para las futuras demandas del bebé.
Bibliografia
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Moraleda García-Ochoa L . Prolapsos genitales: etiología, estrategias de prevención y tratamiento fisioterápico URODA 2007;20(1):23-3