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Introducción
El tendón de Aquiles es la estructura terminal del tríceps sural. Formado por los músculos sóleo y gemelo medial y lateral, se encarga de transmitir la potencia flexora al antepié sobre el hueso calcáneo, para realizar un movimiento de flexión plantar 1. Este tendón se caracteriza por su gran potencia, siendo capaz de soportar hasta 17 veces el peso corporal 2. Durante la marcha y la carrera el tendón es solicitado en elongación pudiendo alcanzar un estiramiento máximo del 10% de su longitud en reposo, antes de sufrir una rotura 3.
Biomecánica
Los gemelos y el sóleo actúan como los principales flexores plantares de tobillo durante la marcha. Ambos se activan durante el 80% del ciclo de la marcha y tienen su rol principal en la propulsión y el balanceo. El sóleo, en concreto tiene función estabilizadora, y juega un papel muy importante en el balanceo resistiendo la fuerza reactiva del suelo en la pierna de apoyo. En dicha fase permite mover la extremidad hacia atrás, dando lugar al momento de dorsiflexión. Las fuerzas de estabilización permiten mantener la postura gracias a la fuerza de empuje, iniciando así el ciclo de la marca tras haber realizado una máxima dorsiflexión como consecuencia de una flexión plantar del tobillo 22.
¿Qué es la rotura de tendón de Aquiles?
La ruptura completa del tendón de Aquiles se refiere a la pérdida de continuidad del tendón. La zona de rotura más frecuente se encuentra a 2-6 cm de su inserción en el calcáneo. Esto es debido a la mayor torsión de las fibras en este punto4, 5 por lo que la vascularización se ve más comprometida, siendo, por tanto, más vulnerable esta zona a la rotura 4.
La incidencia de esta patología es de 18 por 100.000 habitantes siendo más común en hombres que en mujeres y concretamente en aquellos con un rango de edad de los 30-40 años con una práctica deportiva de manera ocasional 6,7,8.
De manera relevante, diferentes autores asocian el aumento de riesgo de rotura del tendón de Aquiles a la suma de tracciones mecánicas repetitivas sobre el tendón9. En este contexto, inicialmente el tendón responde mediante una adaptación basada en la proliferación de colágeno tipo I que se dispone en paralelo y proporciona al tendón una elevada capacidad para soportar tensiones longitudinales de diferente intensidad.
Se describen diferentes factores vasculares en la patogénesis de esta lesión ya que el aporte de sangre del tendón de Aquiles es pobre, sobre todo en la zona central facilitándose, por tanto, el riesgo de rotura en el cuerpo del tendón entre la unión miotendinosa y la unión tenoperióstica 7. A su vez, se describen otros factores de riesgo asociados con la edad (a partir de los 30 años), grado de preparación física, alteraciones biomecánicas (pie cavo, tibia vara). De manera secundaria, diversos autores sugieren la influencia de otros factores tales como antecedentes de ciática, terapia con corticoides, consumo de antibióticos con fluoroquinina y enfermedades sistémicas como la artritis reumatoide 9,10.
En la rotura del tendón de Aquiles el paciente describe un comienzo de dolor brusco de alta intensidad en la región del tendón que, generalmente, suele referir como una sensación de “pedrada” 8. A su vez, el diagnóstico médico requiere la realización de diferentes tests ortopédicos 8,11. Adicionalmente se requiere el uso de diferentes pruebas de imagen entre las que destacan el uso de la ecografía y la resonancia magnética 8, 11, 12.
Tratamientos
Esta lesión suele tratarse habitualmente mediante abordaje quirúrgico. Si bien en los últimos años se describen otras formas de tratamiento conservador basadas en inmovilización y realización de cargas progresivas. De este modo, en roturas parciales del tendón puede optarse por tratamiento conservador basado en el uso de una férula de inmovilización. Durante las 4 primeras semanas el tobillo es inmovilizado en flexión plantar y, posteriormente, en posición neutra hasta alcanzar un total de 8 semanas de inmovilización 9, 11, 13. Sin embargo, si la rotura es completa suele utilizarse de manera más general la reparación quirúrgica basada en sutura simple o reconstrucción mediante el uso de plastia autóloga 14,15.
En posteriores entregas analizaremos las fases del abordaje de la patología, desde la rehabilitación hasta la vuelta a la práctica deportiva.
En Premium Health & Sport, contamos con las mejores instalaciones y un amplio equipo multidisciplinar especializado en la recuperación de este tipo de lesión.
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Autores:
Luis Matesanz y Fernando Gutiérrez