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Entre el 45 % y el 95 % de las mujeres sufren síntomas que preceden a la menstruación, sin que exista ninguna patología de base orgánica, que suelen durar entre dos y tres días. En estos días se reduce bastante la calidad de vida de las mujeres, ocasionando incluso faltas en el trabajo o en la escuela.
Los síntomas más comunes que se pueden manifestar, son: dolor en parte baja del abdomen que irradia a ambos muslos y a la región lumbosacra, cansancio, diarrea, estreñimiento, cefaleas o nauseas. La dismenorrea es más frecuente en adolescentes que en mujeres con más edad y tras los partos se disminuye la posibilidad de padecerla.
Existen factores que contribuyen a que se puedan ocasionar estos síntomas, como son: una menarquía (o comienzo de regla) temprana, menstruaciones largas y algún familiar cercano que le haya ocurrido.
Es necesario poder descartar que exista una causa orgánica, ya que entonces hablaríamos de una dismenorrea secundaria, como es: una malformación que genere obstrucción en el tracto genital, endometriosis, adenomiosis y la presencia de miomas o pólipos en todos los casos. La cistitis intersticial, el colon irritable o la enfermedad inflamatoria pélvica también deben ser contempladas.
Si ha existido un comienzo repentino del dolor hay que descartar que sea un embarazo ectópico o aborto espontáneo. El dolor se explica por la contracción mantenida del miometrio que produce una isquemia y sensibilización de los nervios aferentes2.
Mediante la fisioterapia del suelo pélvico y la osteopatía ginecológica, se valora la posibilidad de que dichas vísceras sean un reflejo de la somatización y facilitación de los segmentos vertebrales como explicamos a continuación:
– Disfunciones vertebrales de los segmentos desde T10 a L2 y de S2 a S4, lo que repercute sobre la vascularización, la sensibilidad y la motricidad del útero.
– Disfunciones músculo-esqueléticas en la región pélvica. Lesiones iliacas, en sínfisis púbica o torsiones sacras provocan una tracción sobre los ligamentos del útero. Cómo los bloqueos de sacroilíaca izquierda suelen verse relacionados con afecciones genitourinarias.
– Lesiones uterinas osteopáticas por cambios de posición en anteversión, retroversión o flexión lateral, o la pérdida de movilidad y motilidad uterina.
– Ptosis uterinas por defectos posturales, hábitos sedentarios y debilidad del suelo pélvico contribuyen a una pérdida sujeción útero.
– la Alteración de los diafragmas agrava la ptosis abdominal y son factores de estasis y de congestión vascular. 5
– En una cadena lesional descendente fijaciones vertebrales en la zona cervical superior o en la sincondrosis esfenobasilar por la relación con el eje hipotálamo-hipofisario-gonadal, pueden poner en tensión la duramadre y producir una lesión neurovascular sobre la hipófisis, así alterar el funcionamiento de la hipófisis y la secreción hormonal, de lo que depende la génesis del cuerpo lúteo y la generación y destrucción del endometrio en cada ciclo menstrual.
TRATAMIENTOS MÁS EFICACES DE FISIOTERAPIA
- Generación de analgesia con TENS de frecuencias altas.
- Existen muchos estudios que utilizan la acupuntura y medicina tradicional china para modular el dolor, aunque no se observan efectos directos sobre endometrio
- Calor tópico
- Manipulaciones espinales de los segmentos facilitados y osteopatía visceral y reeducación del suelo pélvico.
- Ejercicio cardiovascular al menos 3 veces por semana, como por ejemplo correr, ayudan a disminuir el dolor.
- Suplementos alimenticios que pueden complementar el tratamiento más eficaz son la vitamina B1. 6
Existen también tratamientos comportamentales para cambiar la conducta ante el dolor como biofeedback, entrenamiento de relajación o hipnosis.
Si padeces dismenorrea, en Premium Health & Sport tenemos a fisioterapeutas expertos en suelo pélvico y osteopatía ginécologica que pueden ayudarte a mejorar la calidad de vida.
BIBLIOGRAFÍA:
- Molins‐Cubero, S., Rodríguez‐Blanco, C., Oliva‐Pascual‐Vaca, Á., Heredia‐Rizo, A. M., Boscá‐Gandía, J. J., & Ricard, F. (2014). Changes in pain perception after pelvis manipulation in women with primary dysmenorrhea: a randomized controlled trial.Pain Medicine, 15(9), 1455-1463.
- Lefebvre, G., Pinsonneault, O., Antao, V., Black, A., Burnett, M., Feldman, K., … & Robert, M. (2005). Primary dysmenorrhea consensus guideline.J Obstet Gynaecol Can, 27(12), 1117-46.
- Julie Brown, Stephen Brown. Ejercicio para la dismenorrea (Revision Cochrane traducida). En: Biblioteca Cochrane Plus 2010 Número Oxford: Update Software Ltd. Disponible en: http://www.bibliotecacochrane.com. (Traducida de The Cochrane Library, 2010 Issue 2 Art no. CD004142. Chichester, UK: John Wiley & Sons, Ltd.).
- Proctor ML, Smith CA, Farquhar CM, Stones RW. Neuroestimulación eléctrica transcutánea y acupuntura para la dismenorrea primaria (Revisión Cochrane traducida). En:La Biblioteca Cochrane Plus, 2008 Número 4. Oxford: Update Software Ltd. Disponible en: http://www.bibliotecacochrane.com. (Traducida de The Cochrane Library, 2008 Issue 3. Chichester, UK: John Wiley & Sons, Ltd.).
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- RAVENTÓS, P. B. Eficacia de la Osteopatía en el tratamiento de la Dismenorrea primaria.