
Manguito rotador y bursitis subacromial
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El hombro es una de las articulaciones más móviles y, al mismo tiempo, más inestables del cuerpo.
El manguito rotador (formado por supraespinoso, infraespinoso, subescapular y redondo menor) actúa como un anillo muscular que estabiliza la articulación y permite movimientos precisos del brazo.
Por encima de estos tendones se encuentra la bursa subacromial, un pequeño saco que reduce la fricción entre tendones y hueso.
Cuando la carga supera la capacidad del tejido o la técnica no acompaña, los tendones se irritan y la bursa se inflama, originando el síndrome subacromial, hoy redefinido como rotator cuff–related shoulder pain (RCRSP).
Las nuevas guías clínicas APTA/JOSPT 2025 son claras:
Educación y ejercicio estructurado deben ser la base del tratamiento, dejando los abordajes pasivos como complemento.
Tabla de contenidos
Comprendiendo el problema
En la mayoría de los casos, no se trata solo de una inflamación.
Existe una disfunción de carga: los tendones pierden capacidad para absorber esfuerzo y la bursa se irrita por compresión repetida.
Una ecografía puede mostrar tendinopatía o bursitis, pero esto no siempre explica el dolor. Lo que realmente importa es cómo se mueve y se entrena el paciente.
Los programas de ejercicio enfocados en el manguito y la escápula mejoran dolor y función, especialmente cuando incluyen control motor y resistencia.[2]
Los ejercicios específicos ofrecen una ligera ventaja frente a los generales, aunque la adherencia y la progresión siguen siendo el factor clave.[3]
Fase inicial: cuando duele levantar el brazo
Durante la fase aguda, el objetivo es reducir el dolor sin caer en el reposo total.
Síntomas típicos:
Dolor anterolateral al elevar o rotar el brazo
Molestia nocturna
Debilidad al cargar peso
El GRASP Trial (Lancet, 2021) demostró que incluso una única sesión de consejo + ejercicios básicos puede igualar los resultados de un programa largo, si el paciente se mantiene activo.
Si el dolor es intenso, una inyección subacromial de corticoide puede aliviar temporalmente y facilitar el movimiento, pero pierde efecto si no se acompaña de fisioterapia activa.
Un ensayo de Hsieh et al. (2023) comparó corticoide, fisioterapia y combinación: todos mejoraron, pero la recurrencia fue 5 veces menor cuando se continuó con ejercicio.
Evolución y retorno a la función
Superada la fase inicial, el enfoque debe centrarse en reconstruir fuerza, control escapular y tolerancia a la carga.
Pilares de trabajo:
Isométricos: efecto analgésico y seguros.
Excéntricos y concéntricos: restauran la capacidad del tendón.
Control escapular y postura torácica: fundamentales para optimizar el espacio subacromial.
El entrenamiento dentro de un rango de dolor tolerable (≤ 3–4/10) no solo es seguro, sino que puede acelerar la adaptación.
El paradigma actual ya no es “dolor cero”, sino exposición progresiva y controlada.
Un RCT (Baeske Hall et al., 2024) mostró que combinar ejercicio con movilización con movimiento (MWM) mejora significativamente dolor y función frente al ejercicio solo.
Tratamiento basado en evidencia científica
1. Educación y control de carga
El paciente debe comprender que el dolor no siempre implica daño, sino irritación temporal.
Evita los picos de carga (press militar, lanzamientos, voleas) y mantén una dosis mínima de movimiento activo.
2. Ejercicio terapéutico estructurado
Bloque 1 – Activación y analgesia:
Isométricos de rotadores (10–30 s × 5 series), retracciones escapulares, trabajo en cadena cerrada dentro del rango indoloro.
Bloque 2 – Fuerza y control:
Rotación externa con goma, excéntricos de supraespinoso e infraespinoso, ejercicios de serrato y trapecio inferior.
Bloque 3 – Rendimiento:
Trabajo metabólico, lanzamientos controlados, integración progresiva en gestos deportivos.
La progresión de carga importa más que el tipo exacto de ejercicio.
Isométrico, concéntrico o excéntrico… todos funcionan si están bien programados.
En Premium Health & Sport contamos con toda los servicios que te van a acompañar desde las fases iniciales de la fisioterapia, rehabilitación hasta el rendimiento.
3. Adjuntos y terapia manual
Corticoide subacromial: útil cuando el dolor impide el avance, pero su efecto es temporal sin ejercicio.
Bloqueo del nervio supraescapular o inyección ecoguiada: alternativa en casos resistentes.
Terapia manual: mejora movilidad, reduce dolor y facilita la progresión del trabajo activo.
4. Criterios de progresión
Dolor ≤ 3/10 durante y 24 h después de la sesión.
Mejora en SPADI ≥ 13 puntos o QuickDASH ≥ 15 %.
Fuerza de rotación externa similar (± 10–15 %) al lado sano.
Reintroducción del gesto deportivo sin reagudización tras 3 microciclos.
Conclusiones
El abordaje del dolor del manguito rotador y la bursitis subacromial ha evolucionado.
El reposo o los antiinflamatorios ya no son la base: el ejercicio es la herramienta central, la educación el soporte, y las inyecciones un recurso táctico, no estratégico.
En resumen:
Mantén la carga dentro de lo tolerable.
Sé constante con el trabajo de fuerza y control.
No dependas de soluciones rápidas.
Un hombro funcional se construye con tiempo, movimiento y criterio.
Puntos clave
El ejercicio es la primera línea de tratamiento.
Un dolor moderado durante el entrenamiento es aceptable y no implica daño.
Las inyecciones o bloqueos son complementos, no sustitutos.
Ejercicio + terapia manual ofrecen los mejores resultados sostenidos.
Monitorizar fuerza, dolor y función es la métrica real del progreso.
Referencias
Baeske Hall, M. et al. (2024). Mobilization with movement plus exercise versus exercise alone in patients with rotator cuff–related shoulder pain. JOSPT, 54(3), 145–156.
Cavaggion, A. D. et al. (2023). Exercise into pain in rotator cuff–related shoulder pain. Musculoskeletal Care, 21(2), 231–244.
Ferreira, C. H. S. et al. (2023). Specific vs general exercise in rotator cuff–related shoulder pain. Clinical Rehabilitation, 37(8), 905–917.
Hsieh, Y. H. et al. (2023). Comparison of corticosteroid injection, physiotherapy, and combination therapy for chronic subacromial bursitis. JBMR, 36(2), 389–397.
Lewis, J. et al. (2021). Exercise and corticosteroid injection compared with exercise alone (GRASP Trial). The Lancet, 397(10275), 2095–2106.
Michener, L. A. et al. (2025). Clinical practice guideline: Rotator cuff tendinopathy. JOSPT, 55(1), CPG1–CPG45.
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