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El ejercicio terapéutico es la intervención no farmacológica más importante en pacientes con espondiloartritis, entre las que se encuentra la Espondilitis Anquilosante (EA). Su propósito será tanto terapéutico como preventivo.
La Espondilitis Anquilosante (descrita en blogs anteriores) es una enfermedad reumática, dentro del grupo de las espondiloartritis (anteriormente espondiloartropatías). Las características clínicas más destacadas son: factor reumatoide negativo, antecedente familiar y alta prevalencia de antígeno HLA B-27. Además de unas características clínicas que incluyen afectación de la columna vertebral y articulaciones sacroiliacas (axial) o de articulaciones periféricas entesitis (+ frec tendón de Aquiles), dactilitis y manifestaciones como uveítis o conjuntivitis.
En las últimas dos décadas, han surgido nuevos conocimientos sobre el papel del ejercicio terapéutico en enfermedades reumáticas inflamatorias, modificando así el paradigma actual. Los estudios, junto con la experiencia clínica, han demostrado que el ejercicio tiene un importante efecto antiinflamatorio.
La rehabilitación se puede realizar tanto en tierra como en agua, teniendo mayor beneficio la combinación de ambas. El ejercicio terapéutico se puede realizar tanto en casa como en instalaciones de salud, obteniéndose mejores efectos cuando se realizan bajo la supervisión de un fisioterapeuta.
Hay diferentes tipos de ejercicios que se pueden utilizar:
En la EA, es común el acortamiento y el aumento de la tensión muscular, siendo más frecuente en la musculatura superficial cervical (esternocleidomastoideo y trapecio superior), aductores y flexores de hombro, aductores y flexores de cadera, isquiotibiales y tríceps sural.
A medida que la estabilidad postural se deteriora con la progresión de la EA, deberán incluirse en el programa de rehabilitación ejercicios para el equilibrio y la postura.
Programas especiales de ejercicios como la Reeducación Postural Global (RPG) o Pilates junto con terapia manual de movilidad de la columna lumbar tienen un efecto positivo en la reducción del dolor a largo plazo, disminución del uso de antiinflamatorios no esteroideos medicamentos (AINE) y mejora en la calidad de vida.
Dentro del tratamiento de las espondiloartritis, el tratamiento farmacológico es fundamental y debe ser pautado por su reumatólogo. Se incluyen los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como primera opción y terapias inhibidoras de anti-TNF-α como segunda opción en pacientes con síntomas clínicos persistentes.
El objetivo principal de cualquier intervención en espondiloartritis, es lograr mejorar la calidad de vida relacionada con la salud a largo plazo. A través del control de los síntomas, la prevención de daños estructurales, el mantenimiento y la mejora de la funcionalidad en las actividades de la vida diaria y la participación social.
En Centro Médico y de Rehabilitación Premium Health & Sport contamos con un amplio equipo de profesionales que trabajan de manera multidisciplinar y hacemos una apuesta decidida por la integración del ejercicio terapéutico dentro de los planes de recuperación completa y prevención de nuestros pacientes.
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