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El esguince es la lesión más frecuente de todas las que acontecen en el tobillo. Es una lesión de los ligamentos, es decir, de las estructuras pasivas que protegen a la articulación y unen un hueso a otro. Éstos se ven sometidos a un estiramiento excesivo a final del rango articular de forma brusca y sin control por parte del paciente. En un esguince de tobillo, los ligamentos pierden su arquitectura normal, se vuelven laxos, demasiado elásticos y pierden la tensión suficiente para dar estabilidad a la articulación. Se ven afectadas una o varias de las fibras que los componen, según sea el grado de la lesión.
Comúnmente los esguinces de tobillo se clasifican en tres grados (detallado en un blog específico):
- Grado I (LEVE):distensión sin rotura, leve inflamación y/o dolor (el más común)
- Grado II (MODERADO):implica rotura parcial
- Grado III (GRAVE):implica rotura completa, y normalmente acompañado con luxación de la articulación, requiere de intervención quirúrgica.
Cabe destacar que en el esguince de tobillo es más frecuente la lesión de los ligamentos de la parte externa (90% de los casos), en concreto, el fascículo peroneoastragalino anterior suele ser el más afectado, si bien el fascículo peroneocalcáneo y peroneoastragalino posterior también sufren a menudo cambios mecanosensitivos importantes según sea el grado de la lesión; frente al esguince de ligamento lateral interno o ligamento deltoideo (10% de los casos).
Hay que saber que una buena valoración inicial (descartando que haya lesión ósea) y posterior tratamiento desde el mismo instante del primer esguince que suframos, evitará una futura recaída y que el proceso pueda cronificar y padecer en un futuro inestabilidad articular (entre un 20 – 40% de los casos si no se cura bien).
El éxito de dicho tratamiento del esguince de tobillo cumplirá las siguientes recomendaciones, siendo orientativas y modificables según cada paciente:
Una vez alcanzado este objetivo debemos prestar mucha atención en:
- Flexibilizar todas las estructuras acortadas del miembro inferior y columna
- Potenciar la musculatura estabilizadora de tobillo
- Trabajar la PROPIOCEPCIÓN, primero en descarga y luego en carga parcial y total, para que la vuelta a las actividades de la vida diaria y a la práctica deportiva sea plenamente satisfactoria, habiendo recuperado nuestro tobillo al 100%, sin ser necesario ningún tipo de vendaje ni elemento externo (tobillera).
Para este proceso de recuperación, es muy interesante el tratamiento en agua y piscina, disminuyendo la carga sobre la articulación y pudiendo realizar la recuperación con mayor seguridad y eficacia.
En Premium Health & Sport disponemos de un amplio equipo de profesionales (fisioterapeutas, licenciados en INEF/CAFYD, médicos, podólogo) e instalaciones (piscina), para ayudar al proceso de recuperación de una manera satisfactoria.